Su nueva vida, ahora sin mi hermana, ha sido sorprendente. Pienso que ante un mismo problema tienes dos soluciones, pasarlo muy mal o vencer los obstáculos, ella ha elegido lo segundo. Los lunes y los miércoles toma clases de natación, los martes y los jueves le toca yoga y los viernes se los deja a sus amigas con las que va a desayunar o al cine. Todos los fines de semana saldrán incluyendo alguno en el que irán al rancho de mi abuelo a verle y estar en el campo. Mis padres no se pueden estar quietos, ya comprenderán de donde he salido.
Mi madre es impredecible y creo que a ella he sacado lo luchador y trabajador. -Me gusta vivir bien y por eso me chingo. Suele decir. Y si algún día me decido a montar una pequeño negocio como ya tengo ilusión será herencia de sus dotes de negociante. Por eso, este post va a ella, en su cumpleaños.
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