Agosto 11: Los abrazos no dados

Esta semana Maruja Torres escribe en El País Semanal un artículo llamado los abrazos no dados. Habla que cuando muere alguien cercano a ella se pregunta si le abrazó lo suficiente: La memoria contiene atenciones dedicadas a la piel, al perfume de cada uno. En mi olfato evocador permanecen los referentes de esa persona con la misma exactitud con que ahora mismo, si cierro los ojos, evoco el olor de la gente viva a la que quiero, tanto si permanece lejos como si voy a encontrármela en el transcurso del día de hoy. 

Hace ya ocho meses que falleció mi hermana y hasta el día de hoy me sigo haciendo la misma pregunta ¿La abracé lo suficiente?. Sus recuerdos me vienen a la mente unas veces más que otras, a veces paso por la incredulidad y otras por la resignación aunque sólo me conformo con suspirar. No puedo llegar a casa y ver que no está puesto que la casa en donde estuvo yo la dejé hace casi tres años, y, aunque sé que la abracé suficiente, y evocó esa imagen en donde la recogí de la escuela aquel septiembre del año pasado y me puse a cantarle Ain´t no mountain high enough como solía hacerlo, pienso que tal vez me hace falta abrazarla más porque no es suficiente. 

Con mis padres me pasa lo mismo, por estar tan lejos, lo que añoro es precisamente eso, los abrazos no dados. Los que nos debemos en todo este tiempo, que de alguna manera se alivian telefoneando pero no es suficiente,  hace falta el ánimo de mi padre y la bendición de mi madre al salir de casa. En fin, que la vida sigue y uno se va refugiando en otros abrazos donde también se siente bastante bien, se tienen que sacrificar unos abrazos por otros pero siempre quedarán algunos no dados. 

Listen, baby / Ain't no mountain high / Ain't no vally low / 

Ain't no river wilde enough, baby / If you need me, call me / 

No matter where you are / No matter how far / Just call my name / 

I'll be there in a hurry / You don't have to worry