Me apetecía dar un paseo por Lavapiés porque fue una de las escenas finales por las andanzas de la niña mala y el niño bueno de Mario Vargas Llosa, con esta caminata termino el libro y cierro el placer que me dio el leerlo.

Diario de un fugitivo que disfruta leer biografías y escuchar el día a día de los demás y por eso ha decidido compartir el propio. Combinado con su propia visión del mundo a través de su lente fotográfico de una Cyber-shot DSC-H3 8.1 mega pixels.
Es un lugar (no quería usar frases hechas, pero ni modo) enigmático, que te engancha, que me enganchó por todo lo que soy: es el lugar de España donde vi convivir las frutas más diversas de todo el mundo: lo mismo vi mis imprescindibles aguacates que las cosas más exóticas que la memoria ya no me permite nombrar ahora. No me dió miedo, me dio gusto saber que hay un lugar en el mundo (como habrá muchos más, como hay en México) donde la resistencia tiene un lugar, tiene nombre y tiene dignidad.
ResponderEliminar¡gracias por recordarlo!!
Claudia Ostria.