Mayo 26: Inmigración

Josefina, la señora boliviana de la que he hablado que me invita siempre a comer, me ha contado todo lo que tuvo que pasar para llegar a España a trabajar. Dice que antes de venir estuvo trabajando tres años en Sao Paulo y de ahí apenas piso Bolivia y cogió el avión a Madrid. Justo cuando llegó a inmigración le preguntaron que a que venía, dijo que de vacaciones y sacó un fajo de billetes, creo que cinco mil dólares o algo así. Obvio la enviaron a inmigración pues no le creyeron un pelo. Al primer vuelo la regresaron a su país.

Su segundo intento fue un 24 de diciembre en donde al pasar migración no les pidieron pasaporte, solo les decían "feliz navidad", ella antes de pasar se puso muy nerviosa hasta que por fin paso. La adrenalina no terminaba ahí, pues tenía miedo que afuera unos policías le pidieran la documentación. Así que se dio prisa y unos amigos fueron por ella y salió lo más pronto posible. Al otro día se levantó a las cinco de la madrugada, su primer trabajo haciendo churros la esperaba. Ahora sigue luchando, ya tiene una empresa de impresión en su país y me habla de máquinas que cuestan diez mil dólares. Dice que este es su último año en España, así lleva tres años.