La conversación obligada es sus anécdotas en cuanto a la forma de vida de Manhattan. Paga 750 libras (sigue pensando en libras) por un cuarto minúsculo en East Manhattan. No se cocina en casa así que siempre come fuera. Vive en una avenida principal que al principio no le dejaba dormir pero que luego se acostumbró. Le gusta ese ritmo acelerado pero no cree que pueda ser para siempre, además que el hecho de compartir con desconocidos y vivir tan limitado es un poco molesto.
domingo, 9 de mayo de 2010
Mayo 9: Dan y Manhattan
Dan está aquí por unos días y hemos ido a desayunar al Mercado de San Miguel. Dan es un chico inglés con padres jamaicanos, por eso ha heredado el color, y que ahora vive y trabaja en Nueva York. Vino porque se le acabó la visa de trabajo y mientras la vuelve a tramitar aprovecha para visitar a sus amigos de Madrid, pues estudió un Erasmus aquí, ir a ver a su familia a Inglaterra, viajar con su hermano gemelo a París y luego irse de vacaciones quince días a Cancún.
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La verdad es que creo que las ciudades grandes no pueden ser para toda la vida... quiero decir que nuestro instinto más elemental ha de llevarnos algún día a recuperar el equilibrio con lo natural pues nosotros somos más parte de ello que de la artificialidad del asfalto.
ResponderEliminar¿Mercado de San Miguel ?... está claro, caballero que usted es uno de los mejores clientes ¡¡ ja ja !! Me asombra ver la cantidad de gente tan diversa que conoces. Eso deber ser muy muy enriquecedor.
Pues eso que dices de las ciudades, escribiré un post mañana de ello pues hay algo que me está moviendo y no me deja dormir. En cuanto al Mercado, hace mucho ya no voy, ya es imposible estar de tanta gente!!!
ResponderEliminarBesos