En la secundaria cuando nos dieron a elegir los talleres opcionales para formarnos yo decidí optar por el de electrónica, nos enseñaron poco más que a soldar y a hacer una caja de toques por potencia. Yo con mi caja era feliz retando a mis amigos para ver cuanto tiempo aguantaban con altas descargas. Después de eso, no aprendí nada más.
Ahora por ejemplo pienso que tuve que optar por las clases de cocina, a lo mejor me hubieran sido más útiles y no me hubiera malpasado al llegar a España en donde solamente sabía hacer huevos. El proceso de adaptación no hubiera sido tan terrible ya que para mi es fundamental la comida y comer, y el dato lo refleja el hecho de que gran parte de mis ingresos se va en ello.
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