Hoy nos llamaron Virginia y Manuel desde la carretera ¿os apetece un gintónic?. Ellos venían de un fin de semana de esquiar después de que Vir pasara varios días en Londres por trabajo, y aún así un domingo a las 20hrs. tenían ganas de un gin!!! Que juventud que yo he perdido.
Contaban la anécdota del pueblo en el que llegaron en donde unos amigos del pueblo que se encontraban en el bar discutían si era bueno o no para el pueblo recibir tanta gente de fuera. Alegaban que el pequeño pueblo ya se había convertido en un lugar de desmadre y habían perdido la tranquilidad. Si, pero se ha incentivado el turismo, una cosa por otra.
Yo este domingo ya no pude con otro gintónic y opté por un vino joven que trajeron de la rioja y luego un caballito de tequila degustado a sorbos.
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