Siguen los compromisos y estoy a un día de regresar a mi vida en Madrid. Por la mañana mi madre me la dedica para ir al súper a comprar todo lo que siempre me llevo; salsas, chiles, bubulubus, tequila, medicina básica, etc. Después de comer vamos al centro a ver libros en Gandhi y caminar por mi Ciudad que me llena de nostalgia; la gente, el ritmo, su gran pista de hielo en la cuál nunca he estado pero que ya hecho de menos.
Por la tarde quedo para ver a Julián quien me cuenta lo bien que le ha ido en su negocio de ganadero de toros de lidia y por la noche con Lucero y Mike quien me enseñan el video de la boda a la que no pude asistir y la casa que se compraron. Me preguntaron lo que quería cenar y yo sin pensarlo respondí que Sushi que es una de mis comidas favoritas pero que por presupuesto en Madrid no como mucho. Mi última noche en casa y en mi México, me empiezo a poner nervioso.
En la foto aparezco sentado en Bellas Artes con Pampero un pingüino que tengo en custodia con unos amigos y que decidimos pasear por el mundo y hacerle fotos. Quien quiera puede ser su amigo en facebook, aparece como pampero pingüino viajero.
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