miércoles, 29 de julio de 2009

Julio 29: Fast Food

Todos los días a las 11 de la mañana en mi antigua empresa, solíamos hacer una pausa de 20 minutos, a reloj contado, para desayunar. Éramos tres mexicanos de cuatro que había en la compañía, un canario y un chico de Oviedo. ambos todos inmigrantes de esta ciudad. El de Oviedo al igual que yo vive en el centro de Madrid, se sabe todas y cada una de las calles, lugares y restaurantes como si tuviera un mapa en la mente, que de hecho creo que lo tiene. 

Hoy he quedado para comer con ellos aprovechando que una de ellas, Mónica, parte de regreso a México. Tenía un buen puesto en la empresa aunque dice que su vida no le satisface pues allá están todos a los que quiere. Dice que no sabe que va a hacer al llegar y que las cosas están muy difíciles. Yo le digo que no se preocupe, que una actuaria con maestría no tiene ese tipo de problemas. 

El lugar, después de mucho decidir entre un restaurante francés que no tenía reservaciones, un griego que a nadie encantó y un italiano de cadena, nos decidimos por el típico local americano, Fridays. Mónica quería unas alitas de pollo. -Muy bien, en esos lugares se puede uno chupar los dedos y eructar la cerveza sin que lo vean mal. Bromee. 

Me sentí mal por la hamburguesa XXL de casi una libra de carne que me comí acompañada de patatas fritas, como se pueden comer esas barbaridades, yo antes lo hacía sin problema ¿mi estomago estará cambiando?

3 comentarios:

  1. pff corazón, con las tapitas y las raciones puede que sí te esté cambiando, no crees? hahahaha
    besos!

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  2. Es verdad, son más digeribles y muy buenas también.

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  3. De vez en cuando tampoco bien mal comer un poco de comida basura regada con mucha cerveza ¡ eso sí ! ¡¡ ja ja !!

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