lunes, 14 de septiembre de 2009

Septiembre 14: El movimiento de Federer

Hoy es la final del US Open y Federer parece que impondrá su título como el mejor jugador de tenis una vez más. Todo mundo se pregunta porque es tan limpio en sus movimientos y porque se desgasta el mínimo a diferencia de Nadal o de su contrincante de hoy, Del Potro, haciendo que sus juegos se vuelvan adictivos. 

La respuesta de que sus movimientos en la pista se vuelvan adictivos los encontré en el libro de Muriel Barbery "la elegancia del erizo" cuando dice que la mayoría de la gente cuando se mueve lo hace en función de lo que tiene a su alrededor, van hacia algo y eso se ve en sus movimientos. Mientras los otros jugadores al ver moverse la pelota hacia ellos, a pesar de que están allí pendientes a que llegue, ya no están ahí sino están en el lugar donde le darán el raquetazo aumentando su velocidad para intimidar al oponente, de alguna manera ese movimiento los desestructura, están ahí pero a la vez ya no están porque están yendo a otra parte, no sé si me explico. Sin embargo Federer es una cosa distinta, nadie logra explicárselo pero creo que mientras sus oponentes juegan para deslumbrar al público e intimidar, sus gestos permanecen en él, concentrado en si mismo lo que le confiere una presencia y una intensidad increíble. Lo que hace la fuerza del soldado no es la energía que emplea en intimidar a su adversario enviándole un montón de señales, sino la fuerza que es capaz de concentrar en sí mismo, centrándose en sí, sin salir de si mismo. 

Federer es un gran roble indestructible con raíces profundas, que irradia una fuerza poderosa, de la que todo el mundo es consciente. Uno tiene la certeza de que ese gran roble también puede echar a volar, que va a ser tan rápido como el viento, a pesar de o gracias a sus grandes raíces. 

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