Cuando uno no tiene juicio de valor sobre una cosa o un evento, puede tomar dos vías. La primera es inventarse una y emitir veredicto sin tener idea de lo que opina y la segunda es permanecer inmóvil, observando y pasando desapercibido. Así, al menos no tienes que dar explicaciones, tener que tomar partido y en el mejor de los casos puede que después de un tiempo tengas una tendencia para opinar.
Justo esto me pasa en los toros como este fin de semana, no tengo una opinión específica de la fiesta y por eso me mantengo sentado; inmóvil; casi sin parpadear; expectante y tratando de escuchar cada uno de los comentarios de mi alrededor para saber si algún día daré el veredicto de me gusta o no me gusta. Hasta ahora he avanzado en saber que me gustan los colores, la forma de torear, todo lo que hay alrededor de la fiesta. Pero me horroriza ver al toro morir, cuando no es una pelea justa, son muchos contra uno. También me hace saltar del asiento cuando muy inteligentemente y con sus cuernos tira a un caballo o coge a su retador.
Y por eso, este post no tiene ningún veredicto final, ni siquiera una tendencia, solamente unas cuantas fotos del fin de semana en los toros.
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ResponderEliminarEeeeh! Chavalote, no sabía que tenías blog. Cuando tenga tiempo le echo un vistazo. ¿Tienes teléfono fijo?. Podría llamarte un día y hablamos. Saludos desde Noruega.
ResponderEliminarP.D. Los toros son un royo.