Y siguiendo con el relato de los tres años, un día como hoy estaría llegando al aeropuerto de Heathrow Londres, donde haría escala un buen tiempo mientras esperaba el avión que me llevaría a Madrid por primera vez. En el aeropuerto pagué casi seis libras con mi tarjeta por usar una hora de internet y poder comunicarme con las personas que había dejado.
Esa noche llegué a Madrid por primera vez, la segunda que había estado en Europa, y ahí empezaría mi amor por esta Ciudad cuando un amigo me recogió del aeropuerto y me llevaría por varios dos lugares de fiesta. Uno de ellos era una casa de jazz que hace poco descubrí que está por Nuevos Ministerios. Nunca volví.
Tres años después sigo conociendo Madrid y cada vez que la descubro me siento más parte de ella, ayer sin más fui a apoyar su candidatura para las Olimpiadas 2016, sólo fui a la foto aérea que realizaron y me regresé a casa desde donde se escuchaba toda la fiesta. Pongo dos fotos, la mía y la que hizo El País del evento de ayer.
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